La comarca cántabra de los Valles Pasiegos, conformada por el Valle del Pas, el Valle de Pisueña y el Valle de Miera, conforman un destino turístico privilegiado con cientos de rincones rodeados de naturaleza y calma en los cuales podremos disfrutar de la montaña y los paisejes verdes a pocos kilómetros de donde vivimos.
Cantabria suele ser una zona relativamente complicada para visitar con la autocaravana, no sólo por la dificultad que existe para pernoctar fuera de un camping, sino porque al ser una comunidad tan turística, el volumen de visitantes suele ser bastante poco compatible con el tamaño de nuestros vehículos.
Normalmente suelo tener pruebas o competiciones ciclistas en estas fechas, pero por circunstancias ajenas a la organización, mi bici no estaba operativa, así que después de muchos años, este 2022, libramos el famoso puente de San Prudencio, en el cual únicamente es festivo en Álava, lo que lo hace muy goloso para viajar con poca competencia.
28 de abril: Vitoria-Gasteiz – Liérganes
Para este viaje por los Valles Pasiegos, programamos dos áreas de autocaravanas las cuales utilizaríamos como campos base para volver a pernoctar después de visitar cada zona y la primera de ellas sería el AS gratuita de Liérganes (43.344700, -3.741430).
No es que sea un sitio muy atractivo para estar, ya que se encuentra frente a las vías del tren, pero para ser gratuita y en Cantabria, nos podemos dar con un canto en los dientes.
El área cuenta con carga y descarga de aguas, químico y un montón de rayas de aparcamiento no muy adaptadas al tamaño real de una autocaravana, pero está a pocos minutos del centro de Liérganes, lo que la hace adecuada para una escapada de este tipo.
Para minimizar un poco el ruido ferroviario, dejando un espacio entre nosotros y una autocaravana inglesa que había, aparcamos con la cama en dirección opuesta a las vías del tren.
Todavía era un poco pronto para comer, así que salimos a dar una vuelta rápida por lo que está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Primeramente, subimos por la carretera que hay detrás del área y tener una visión de los Picos Busampiro o como lo llaman aquí, las Tetas de Liérganes y después de que Brandy hiciese “sus cosas”, nos pusimos a merodear por el casco histórico.
Iniciamos la visita por el famoso puente en el que está la estatua del hombre pez, el molino y un sinfín de casas cántabras de estilo tradicional. Nos llamó la atención la cantidad de casas señoriales y palacios que hay en una población tan pequeña. Esas construcciones nos pueden dar una idea de la importancia histórica de esta pequeña población cántabra.
Volvimos a comer y después de recobrar fuerzas recorrimos Liérganes de norte a sur y de este a oeste. Primeramente, paseamos hasta el Palacio de Rañada o Juan Cuesta Mercadillo. Después volvimos al centro de la villa y paramos a comprar unos sobaos tradicionales, una quesada y un cactus de Liérganes.
Al estar el área tan cerca del centro, dejamos las compras en la autocaravana y seguimos el paseo.
Al volver al pueblo, cerca de la alfarería, vimos un cartel que ponía Parque Fluvial, así que fuimos a investigar.
Se trata de un pequeño paseo adaptado junto al río Miera, donde se pueden encontrar una tirolina y algunos juegos del estilo. Llegó un momento en el que la maleza cerraba el camino, así que nos dimos la vuelta y pasamos al otro lado del río hasta la presa y el molino de Regolgo.
Finalizamos el paseo con la visita a la Parroquia de Liérganes o San Pedro Ad Vincula.
Enredando en las redes sociales, vimos que el sábado 30 de abril se iba a celebrar una prueba automovilística por el puerto Braguía y por lo tanto estaría cerrado de 12:00 a 19:00, lo que nos obligó a cambiar el sentido de las visitas que teníamos organizadas.
29 de abril: Puerto de la Braguía – Vega del Pas – Ontaneda
La noche no fue tan mala como habría cabido esperar de una zona situada frente a las vías del tren, ya que por la noche no hubo tráfico ferroviario y por la mañana no comenzó hasta las 7:00am.
Sin mucha prisa, desayunamos y pusimos rumbo al Puerto de la Braguía, visita que teníamos prevista para dentro de dos días, pero como consecuencia de la prueba automovilística, decidimos adelantar un día.
No se trata de un puerto muy complicado, así que sin muchos problemas coronamos el puerto. Aparcamos en el lado opuesto a la marquesina del autobús (43.17737, -3.79701) y salimos a merodear un poco por la zona.
Iniciamos un paseo por la pista que había junto a la autocaravana hasta que el barro del caminó nos hizo darnos la vuelta.
Volvimos a la autocaravana y bajamos hasta el mirador de la Braguía (43.17009, -3.78970), que se encontraba a 1,5km y tenía muy buena pinta.
Aparcamos, sacamos varias fotos de las vistas y volvimos a intentar un nuevo trekking por la pista que sale justo frente al mirador, al otro lado de la carretera.
Esta vez tuvimos mejor suerte, ya que se trata de una pista de grava que te invita a caminar por ese paisaje tan impresionante.
Caminamos durante un par de horas en dirección al famoso pico Castro Valnera, pero la pista no parecía tener fin y no íbamos preparados para una ruta más larga, así que dimos por bueno lo realizado y volvimos por donde habíamos subido.
El paseo podríamos decir que fue muy agradable. Pasear por una zona alta, acompañados de las cumbres más significativas de los Valles Pasiegos y rodeados de las famosas cabañas pasiegas, hicieron de aquella mañana lo que realmente buscábamos en este viaje.
Una vez de vuelta en la autocaravana comimos y como sobremesa, remoloneamos un poco en lo que nos pareció una zona ideal para habernos quedado a pasar la noche, pero debido a la prueba automovilística tuvimos que desechar la idea.
Bajamos el puerto y aparcamos junto a las escuelas de Vega de Pas (43.15793, -3.78767). La zona es amplia y por lo que hemos leído en otros relatos, no parece que haya problemas para pasar la noche, salvo que los fines de semana debe ser zona habitual de botellón.
Frente al aparcamiento hay una zona verde con columpios, barbacoa y un paseo junto a la rivera del río Pas del que hicimos uso para llegar al pueblo.
La verdad es que Vega de Pas es un pequeño pueblo de casas pasiegas típicas en un enclave de ensueño.
Visitamos cada rincón de esta población típica situada en un pequeño valle, arrullada por el sonido del río Pas.
Finalizada la visita pusimos rumbo a lo que sería nuestro destino final para ese día, Ontaneda, donde hay un área de autocaravanas de pago (43.203885, -3.92572) con muy buenas críticas.
La forma de acceder al área es un tanto peculiar. Antes de entrar, por 7€ hay que sacar una tarjeta en la máquina que hay en el centro del área. La tarjeta viene dentro de una cajita y hay que pasarla por el lector que hay en el poste con un teclado numérico situado la derecha de la barrera.
Las plazas son bastante amplias, el precio incluye conexión eléctrica y el área está situada frente a una vía verde. Sinceramente, por una zona así merece la pena pagar ese precio.
Como advertencia deciros que la máquina únicamente acepta billetes de 10€, 5€ y monedas, así que deberéis venir preparados.
A lo largo de la tarde, siendo viernes, el área comenzó a llenarse y la vaca que nos mugía justo detrás de nuestra AC, nos empezó a parecer hasta poco molesta.
Varios grupos de familias autocaravanistas, que venían en cuadrilla tuvieron a bien el estar pegando gritos mientras nos regalaron una sesión de reguetón para todo el área… ¿de verdad? ¿Esta gente también viaja en autocaravana?… si es así, creo que es el fin de una era. Esperemos que sea algo puntual y quede en anécdota, pero la incipiente moda de dotar a estos vehículos recreativos de proyectores de cine, con potentes sistemas de audio…a ver como lo digo sin parecer el típico cascarrabias…debería estar prohibido y penalizado con una paliza en la plaza del pueblo.
Si alguien se da por aludido que sepa que no lo digo con la intención de ofender, pero el aislamiento acústico de una autocaravana no es suficiente como para evitar las ganas de sacar el bate de béisbol y los que llevamos toda la vida viajando de esta manera, estamos acostumbrados a pasar desapercibidos y dejarnos envolver por el sonido de la naturaleza que nos rodea.
Madre mía, como echamos en falta nuestras montañas alpinas de 3000 metros, a donde este tipo de turista no llega.
30 de abril: Ontaneda – Puente Viesgo – Alceda – Ontaneda
Podríamos decir que ni la vaca mugiendo ni los perros de la casa de al lado molestaron tanto como los hijos de los reguetoneros gritones. Sí, esa es la realidad, esta gente también tiene hijos, muchos y muy ruidosos.
A eso de las 7:00am, una de las mujeres de la cuadrilla dicharachera salió a la calle a jugar con con su hija pequeña, pegando gritos pegadas a nuestra autocaravana, como no, lejos de la suya para no despertar a su marido y el resto de familia…ains. Eso alteró a la vaca que se puso a mugir, lo que hizo que los perros ladraran y como no, alteró al resto de la vaquería.
Con ese panorama nos levantamos, desayunamos y salimos a recorrer la Vía Verde que se encuentra entre el área y el río Pas.
Primeramente, fuimos dirección Ontaneda, paramos en el jardín botánico de Alceda, hicimos un poco el tonto en la tirolina que hay un poco después y seguimos hasta una vaquería, donde el camino de grava se convertía en hierba alta.
Nos dimos la vuelta e hicimos el recorrido en sentido opuesto hasta llegar a un puente de hierro y madera.
El paseo es muy bonito, nivelado y sencillo de hacer. Unes varios pueblos por una Vía Verde que discurre junto al caudaloso Río Pas.
Estuvimos sentados en un banquito frente al río y cuando llegó la hora de comer, fuimos a la autocaravana.
Para ese día teníamos previsto, además de la Vía Verde, visitar Puente Viesgo así que recogimos los bártulos y salimos para allá.
La barrera del parking se abrió por detección, es decir, sin tener que pasar la tarjeta ni nada, únicamente poniendo la autocaravana frente a ella.
Salvamos sin mucho problema el prominente acceso que hay a la carretera que atraviesa el pueblo, aunque en caso de haber mucho tráfico, creo que podría generarse una pequeña situación de peligro ya que, además de una fuerte cuesta, hay una curva con poca visibilidad en una carretera bastante transitada.
Puente Viesgo está a poco más de 10km de allí, así que llegamos bastante rápido. Habíamos metido en el GPS varios parkings, pero estaban atestados de coches y fue imposible aparcar la autocaravana.
Cuando ya pensábamos que nos iríamos sin poder ver Puente Viesgo, vimos un aparcamiento frente a la iglesia de Corrobárceno, donde estaban aparcados un camión y maquinaria agrícola (43.291885, -3.957157).
El parking está un tanto lejos del pueblo, pero la Vía Verde está justo al lado, así que nos acercamos por un bonito paseo hasta un puente en el que se debe cruzar al lado izquierdo del río si se quiere llegar a Puente Viesgo por el entretenido Sendero Fluvial.
Se trata de un camino preparado, bastante aventurero desde el que se puede disfrutar del río Pas en todo su esplendor. No es peligroso, pero si es recomendable llevar zapatillas de trekking y la mente un tanto abierta. Si sois más tradicionales y no os van este tipo de aventurillas, podéis llegar al destino siguiendo la Vía Verde por la que veníais antes.
Cuando llegamos a Puente Viesgo nos llamó la atención la cantidad de gente mayor en silla de ruedas que había por todos los lados, aunque nos imaginamos que sería debido al famoso balneario.
El pueblo no es muy grande así que la visita fue bastante rápida. Finalizado el tour desandamos nuestros pasos, pero esta vez por la Vía Verde, sin Sendero Fluvial divertido.
Además de lo que vimos por allí, es bastante recomendable la visita a la Cueva del Castillo, un conjunto de cavidades en las que se encuentran numerosas muestras de arte rupestre paleolítico consideradas Patrimonio de la Humanidad. Como nosotros íbamos con Brandy, preferimos dejarlo para otra vez y así no tener que dejarla en la autocaravana.
Arrancamos y volvimos al área servicios de Ontaneda, pero esta vez tratamos de aparcar evitando a los reguetoneros ruidosos en la medida de lo posible.
Echamos anclas, enchufamos la AC y nos fuimos a hacer un poco el turista por el casco histórico de Alceda y Ontaneda, dos poblaciones que se desarrollan paralelas a la carretera y se encuentran unidas por las casas.
Destacar el Molino de la Flor, los palacetes de Alceda, además de las casas pasiegas típicas que se pueden encontrar en ambas poblaciones.
Después de un día de mucho caminar, nos retiramos a descansar lo que quedaba de tarde a la autocaravana y pudimos comprobar que tenemos un poderoso imán para un perfil de gente ruidosa y mal educada, porque los hijos de los reguetoneros gritones se pasaron toda la santa tarde jugando alrededor nuestro, pasando continuamente con las bicis por encima de nuestro cable de luz…el karma, debe ser nuestro mal karma…
Poco a poco los pocos sitios que quedaban libres en el área se fueron llenando de campers de última hora. Esa noche también se preveía interesante…¡¡maldita sea, donde están nuestros 3000m de altura!!
1 de mayo: Ontaneda – Portillo de la Lunada
La juerga del área duró hasta las 0:00 y a partir de ahí, digamos que silencio total. Nos levantamos tranquilamente y cuando nos disponíamos para partir, los reguetoneros gritones se levantaron y como no podía ser de otra manera, a golpe de chunda.
Me vais a perdonar si soy muy pesado con este tema, pero si hay algo que me enerva de una manera casi irracional es este tipo de personas, que se atreven a marcar el ritmo al resto. Se puede dormir cuando ellos duermen y cuando ellos se levantan, todo el mundo arriba.
Salimos del área y pusimos rumbo a lo que sería nuestra última visita por los Valles Pasiegos, el Portillo de la Lunada.
Desandamos el camino de unos días antes hasta Liérganes y poco después, comenzamos la escalada del encrespado puerto.
Hasta San Roque de Riomiera digamos que no tiene mayor dificultad, pero a partir de ahí la escarpada carretera se estrecha muchísimo, por lo que, si no eres una persona habituada a circular por este tipo de puertos, recomiendo atacarlo por la vertiente de Castilla y León, que es muchísimo más amable.
Tuvimos suerte de no encontrar casi tráfico, pero en los momentos que nos cruzamos con otro vehículo tuvimos que hacer gala de educación y nervios templados.
Poco a poco fuimos comiendo camino y coronamos el puerto de 1350m de altitud. Justamente arriba había muchos coches, así que aparcamos en un apartadero que hay un poco antes (43.171239, -3.6558258).
Merodeamos un poco por la zona, bajamos hacia el otro lado del puerto por lo que parecía una antigua calzada y a eso de las 14:00 se empezó a echar una bruma bastante cerradilla, así que volvimos a la AC a comer y pensar en volver a casa.
Mirando los mapas vimos que era más sencillo volver por la parte opuesta a la que habíamos subido, es decir, la burgalesa, así que así lo hicimos. Además, la carretera está muchísimo mejor asfaltada, es más ancha y menos pendiente.
Mientras bajamos el puerto vimos la estación de esquí y algunas rutillas que, unidas al catalogado “pueblo mágico” de Espinosa de los Monteros, pueden resultar alicientes suficientes como para una segunda incursión por la zona.
Conclusiones
Hemos de reconocer que hace tiempo que queríamos conocer esta zona y no nos ha defraudado. Como punto positivo recalcar que nos ha sorprendido para bien el ver cómo en Cantabria poco a poco van animándose a la creación de áreas para autocaravanas y dejando de tratarnos como viajeros non gratos.
Por otro lado, al ser zonas de puertos de montañas antiguos y que conectan zonas rurales poco pobladas, hay escasos sitios para parar con una autocaravana y se te quedan muchas rutas y lugares por conocer al no poder aparcar.
Además de los puntos que hemos visitado durante este viaje, hay muchas más zonas para descubrir que investigaremos en futuras incursiones por la zona ya que 4 días no son suficientes para descubrir este paraíso cántabro.
Gadgets autocaravaneros
Durante este viaje probamos la Radio FM con batería Prunus, un gadget que nos ha permitido además de escuchar la radio o música a través de un USB, tener un reloj con luz por la noche e incluso usarla como despertador. La batería se carga mediante usb y haciendo un uso intensivo nos ha durado 4 días enteros.
¿Conoces la zona de los Valles Pasiegos? ¿Además de los que contamos en el relato, recomiendas alguna otra zona en especial?
Gastos totales
- Gasolina: 105,53€
- Peajes: 5,75€
- Área de autocaravanas: 14€
- Compras varias: 15€