A los pies de la Mesa de los Tres Reyes, enclavado en el Valle de Ansó hay un pequeño paraíso: el Valle de Linza. Aprovechando el puente de la festividad de San Prudencio en Álava (28 de abril), decidimos ir a visitar esa bonita zona del Pirineo Aragonés en autocaravana.
Por regla general, debido a la cantidad de prohibiciones y dificultades que existen en nuestro territorio para las autocaravanas, solemos huir al país vecino, Francia, donde somos mejor recibidos, pero en esta ocasión hemos querido dar una oportunidad a nuestra «cara» de los Pirineos.
Una de las cosas que tiene el día de San Prudencio es que nos permite viajar y visitar sitios casi en exclusiva y sin masificación de excursionistas.
En un principio habíamos pensado ir a hacer la famosa Cola de Caballo en Ordesa, pero la ausencia de contestación por parte del camping de la zona, nos hizo suponer que estaría cerrado y al ser una zona muy turística, no quisimos arriesgarnos a la nunca deseada visita de la benemérita, invitándonos a las 4 de la mañana a abandonar la zona por acampada libre.
Después de mucho leer y ver que se permitían autocaravanas sin problemas, decidimos acercarnos al Valle de Linza, desde donde parte la famosa ruta que llega a la Mesa de los Tres Reyes.
En poco más de dos horas de coche llegamos al refugio de Linza, pero un poco antes hay un parking hermoso, bien asfaltado y junto a un riachuelo (N42º53´45″/W0º48´16″), por lo que pensamos que era mejor alternativa que el del parking frente al refugio, donde había bastantes coches, furgonetas e incluso alguna autocaravana. El refugio, además de hospedaje, tiene servicio de bar y restaurante todos los días, lo que lo convierte en una zona bastante concurrida (www.refugiodelinza.com).
Al estar solos, pudimos buscar el sitio más nivelado y con mejores vistas. La puerta nos daba a un descampado con riachuelo y la ventana del comedor a las impresionantes vistas del macizo pirenaico. Mejor imposible!
Habíamos previsto pasar 4 días por la zona moviéndonos a diferentes sitios pero la tranquilidad, vistas y cantidad de posibilidades de rutas que ofrecía el lugar, hizo que echáramos el ancla y nos quedásemos allí hasta finalizar la estancia prevista.
Muchos montañeros se acercan allí para realizar la mencionada ruta «Mesa de los Tres Reyes», pero la cantidad de nieve que todavía se acumulaba a media altura y las temperaturas bajas, convertían la ruta en únicamente apta para montañeros expertos y bien preparados, algo que se aleja mucho de nuestras capacidades.
El Valle de Linza no es únicamente alta montaña, sino que ofrece trekkins y paseos para todos los niveles, siendo los que hicimos nosotros aptos para toda la familia.
Vitoria – Refugio de Linza (24 de abril)
El primer día llegamos a la hora de comer, así que dimos un paseo de exploración por la zona del refugio y seguimos el Sendero de Gamueta, que parte desde el parking del refugio y cuya primera parte es accesible para sillas de ruedas. Es un sencillo pero bonito sendero con paneles informativos sobre la fauna y la flora del lugar, discurre junto a un río que llega a un pequeño salto de agua. Al final del camino cogimos un sendero en pendiente que continúa la ruta que lleva al Barranco de Linza. Este sendero sigue el curso del río anterior pero a mayor altura y llega a otra cascada más grande.
Merodeamos por allí tranquilamente disfrutando del paisaje y cuando vimos que se hacía tarde, decidimos volver por la misma pista pero en vez de descender al nivel inferior por el Sendero de Gamueta, continuamos recto por un camino más amplio que nos llevó hasta la autocaravana.
Mientras guardábamos la mochila, los palos de trekking y las botas en la autocaravana vimos un 4×4 de los forestales haciendo un poco el cabra por la pista cercana a nuestra posición y al pasar, nos saludaron amablemente, lo que nos indicaría que no tendríamos problemas para pasar la noche allí.
Loma de Sobrante y Senda de Linza a Petrechema (25 de abril)
El segundo día subimos por el sendero que hay a la izquierda y que sube por detrás del refugio hasta llegar a la Loma de Sobrante, a la altura del Aztaparreta. En el tramo final del bosque, la nieve nos lo puso difícil y decidimos no continuar subiendo por el cresterío. Al encontrarnos en una zona bastante alta y despejada, pudimos disfrutar de las impresionantes vistas del valle.
Os dejamos el enlace a la ruta de la Loma de Sobrante de Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13126690
Por la tarde nos acercamos al refugio y seguimos la ruta GR que parte a su lado, pasando un puente sobre el río, llamado Senda de Linza a Petrechema. En poco más de hora por un sendero en ligera pendiente, llegamos a una zona que nos recordaba a la película «El Valle Encantado», el circo de montañas que habíamos visto desde la Loma de Sobrante por la mañana bañado por una luz anaranja del atardecer. Un montón de rebecos se encontraban jugueteando, comiendo hierva y bebiendo en una zona que parecía de cuento y que todavía tenía partes nevadas. Era bastante tarde, así que decidimos volver a la autocaravana y repetir la excursión con más tiempo al día siguiente.
Senda de Linza a Petrechema (26 de abril)
El tercer día cogimos unos bocatas y volvimos por el camino de la tarde anterior. Al tener más tiempo, lo recorrimos a fondo. Nos percatamos que era el camino que llega hasta la Mesa de los Tres Reyes, pero no íbamos preparados ni física ni técnicamente para la dificultad que entraña esa ruta con hielo y nieve.
Pudimos ver a los rebecos escalando las paredes, salvando la verticalidad como si fuera fácil. Siguiendo el curso del agua proveniente del deshielo recorrimos la famosa fuente del Cubilar de Petrechema y subimos a una loma desde donde se veía el refugio.
Estuvimos explorando la zona de aquí para allá en lo que será una bonito recuerdo al que huiremos en esos momentos en los que el estrés del día a día, amenace con ahogarnos.
El bocata que comimos junto al río que bajaba de las montañas nos supo a gloria: solete, sonido del agua correr, rebecos correteando y nosotros junto a nuestra perra…qué paz!
Esta es la ruta del Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13126800
Para rematar un día perfecto, al anochecer una enorme manada de corzos y un jabalí estuvieron comiendo junto a nuestra autocaravana sin percatarse de que estábamos allí. ¿Existe mejor experiencia?, para nosotros os aseguro que no.
Refugio de Belagua (27 de abril)
Después de tres días de buen tiempo, las previsiones meteorológicas para el cuarto día no eran nada alentadoras, así que con las reservas de agua ya bajas y con el Camping de Linza (N42º51´16″/W47´18″) en apariencia cerrado, decidimos hacer una última excursión hasta la estación de La Pierre Saint Martín (Francia).
Pusimos rumbo a la estación francesa y según íbamos cogiendo altura, la niebla y la nieve eran más abundantes, por lo que llegó un momento que no veíamos nada y parecía imposible seguir, así que decidimos desandar unos pocos kilómetros y aparcar en el abandonado refugio de Belagua (N42º56´41″/W0º50´07″).
No había un alma y parecía que la niebla a esta altura nos daba un respiro, así que antes de comer, dimos un último paseo por la parte baja del refugio que llegaba a un pequeño río con una cascada.
Con gran pena y amenazados por fuertes vientos y nubes de tormenta, regresamos a casa después de haber vivido una experiencia casi mística en ese espacio mágico. Una de las mejores cosas que nos pudo pasar en el viaje es que en el Valle de Linza no tuvimos cobertura de móvil en 4 días, lo que nos ayudó a desconectar de verdad de la rutina y el ritmo frenético al que nos vemos sometidos en el día a día.
Esperamos volver a visitar esta zona de Pirineos y alrededores, ya que lo que hemos visto por el momento nos tiene encandilados.
¿Habéis estado en esta zona de Linza? ¿Qué otras zonas o rutas recomendaríais?
Anónimo
Por que tantas rubias con moreno?
Anónimo
Preciosa excursión y fantástico blog. Enhorabuena!!!!